¿QUO VADIS COSTALERO?

Cuando llegó el hermano costalero, se retiraron los antiguos sin haber un "traspaso de poderes". Se fueron y se llevaron sus experiencias y sus conocimientos. No podían compartirlos con quienes les iban a quitar unos ingresos extras pero necesarios. Pocos fueron los que compartieron pasos con ellos. Los capataces de la época, eran sólo eso, capataces. No tenían que enseñar nada a aquellas personas, porque el trabajo costalero era un extensión de su profesión debajo de los pasos. De hecho había capataces que no sabían hacer las ropas, ni se habían metido nunca debajo de un paso. En Granada los costaleros no utilzaban ningún tipo de "herramienta" para realizar su función debajo de los pasos, salvo algunos que cuentan, que por cuenta propia, llevaban una especie de faja para protegerse la cintura. Aquí incluso ni las voces de los capataces eran las actuales. Era muy poca la teoría y el conocimiento del tema.

Foto del blog ertirillas

Y claro, todo ha tenido que desarrollarse en poco más de 30 años. Habiendo cuadrillas, la gran mayoría, que han emprezado mucho más tarde. Hemos tenido que aprender desde cero y no existe un vademecum que consultar. De ahí que se haya acudido en multitud de ocasiones a referencias externas, reseñas de otras ciudades que aunque han sufrido esa ruptura con la época antigua, había más experiencia y mayor apego al oficio. Ese acudir a otras ciudades nos ha beneficiado por adquirir determinados conocimientos, que si lugar a dudas han hecho mejor el mundo costalero de esta ciudad. Pero sin perder de vista las referencias de fuera, hay que empezar a construir nuestro propia seña de identidad costalera. Tenemos que darle valor a lo nuestro, y el valor llegará, no tanto en cuanto se parezca a otra, sino, cuando seamos capaces de darle un valor añadido a lo nuestro.

Existen las mimbres necesarias, falta algo de afición, quizás falten algunas cosas más que nunca consigamos, pero no importa. Debemos de sacar el amor propio que nos falta muchas veces a los que nacimos en esta tierra, para luchar por lo nuestro, sin por ello dejar de valorar y admirar lo que hacen los demás

Si no lo hacemos, lo demás será errar por la Autovía del 92 sin más fruto que la satisfacción personal de cada uno. Y entonces tendremos que preguntarnos como San Pedro al Señor: "¿Quo Vadis?" Costalero de Granada