EL TIEMPO DIRÁ

Cuando se expresa cualquier opinión que no es compartida por algunos,  siempre suele haber quien se pica y se molesta. Y no debiera ser así, porque entre otras cosas a los aludidos los árboles no les dejan ver el bosque. Más adelante trataremos el tema desde el otro prisma.

Cada uno puede hacer lo que le venga en gana. Y al mismo tiempo, desde el respeto y la educación, cada uno puede opinar con igual libertad. Por supuesto que cada cual hace lo que quiere, y los demás... dejan hacer. Pero siempre ha habido temas controvertidos en el mundo costalero de esta ciudad que han suscitado opiniones muy diversas y confrontadas. A lo mejor eran temas baladís, pero generaban polémica, que por otro lado, aunque algunos no lo entiendan, enriquece.

Recuerdo en otros tiempos que había cuadrillas en las que les gustaba a los costaleros llevar pañuelitos, cintitas y otros adornos (todavía queda alguna reliquia de ese tiempo). Y a otras no nos gustaba esa estética. Incluso hasta para el calzado hubo controversia. Los había de esparteña y los favores de la cadena con suela de goma y cordones. Y discutíamos, opinábamos, recelábamos y nos llevábamos incluso peor que ahora. El tiempo sentenció y cada cual sigue en su sitio. También existía la controversia del "costal o trabajadera", que era la forma en la que se planteaba la polémica de la forma de trabajar debajo del paso. Los Favores, y más concretamente personas con nombre y apellidos, eran señalados como los principales culpables de que se perdiera la tradición granadina de portar los pasos a hombros. Pues igualmente, discutíamos, opinábamos, saliamos de las tertulias casi corriendo y avergonzados, cada uno tenía su idea y el tiempo; igualmente... juzgó. Veremos a ver si con los años no somos los defensores de lo granadino, viendo las cosas que se ven.
Hoy en día hay corrientes distintas de pensamiento y de obra, y según las vea uno reflejadas en distintos ambitos así se opina. Este blog no sienta cátedra, intenta entretener, hacer memoria e informar de los asuntos de una cuadrilla, y de vez en cuando publica opinión. El que entre en este blog debe saber qué va a leer y qué se va a encontrar. Que no quiera que pensemos como él, y ni mucho menos que nos dejemos que nos meta el dedo en el ojo. Tampoco nadie en concreto se puede pensar que aquí se escribe para él. No somos nadie tan importantes como para que nos dediquen en un blog entrada tras entrada. En difinitiva cada uno tiene sus ideas y pensamientos y el único que las destruye o matiza es el tiempo.