foto Juan Alvarez
Hoy han concluido con gran brillantez los cultos que las Reglas nos indican para la Cuaresma. Todo sellado con una Función Principal solemnísima y muy emotiva. Esta semana nos tocará vivir el imponente Via Crucis que nos deja a las puertas de una nueva Semana Santa. Pero antes, mientras digerimos el Quinario y la Función Principal recientes, hay que reflexionar sobre la importancia que tiene la celebración de nuestros cultos y la participación en ellos.Estas fechas de gran intensidad para la hermandad, son días de limar distancias y asperezas. Dias de sentirse orgullosos de nuestra hermandad y disfrutar de la herencia que hemos recibido a través de los años. Trabajando por conseguir entregarla en mejores condiciones que la recibimos.
Comentario aparte merece la homilía del viernes y de hoy de Don Mario, que ha acabado con una ovación de todos los hermanos. Este señor, el cual merece una entrada que haremos más adelante, es quizás uno de las gracias con las que Dios ha querido premiar a la Hermandad, y que espero que sepamos valorar con la importancia que tiene la altura moral de este sacerdote que en 4 años se ha ganado un lugar en los corazones de todos los hermanos.
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