VIERNES SANTO DE ANIVERSARIO

Foto extraida de ideal.es

Cuantos años hace que el tiempo no nos dejaba tranquilos un Viernes Santo. Que cielo más azul, que temperatura más buena. Que ambiente más bonito vivimos este Viernes Santo. No quedaba más remedio, se cumplían 30 años desde que se estrenó nuestra cuadrilla en la Hermandad. Que duda cabe que cumplir tantos años tiene unos costes, y estos eran los de los nombres de muchas personas que, por el paso de los años, no podían vivirlo con el costal o con el terno negro. Aún así, algunos iban con su túnica y otros muchos rodearon los pasos en distintos momentos del recorrido y vivieron en directo tan señalada fecha en la historia de la Cuadrilla. Lo que si me atrevería a decir es que todos iban en la octava trabajadera de cada paso. Esa es la trabajadera que tiene esta cuadrilla para los que cuelgan el costal, pero conservan, como los toreros; la condición eterna de costalero.

Foto extraida de ideal.es

En la igualá se vivió un momento que tocó la fibra de los presentes. Cuando se repartieron los trabajos y todo quedó medianamente claro, se apagó la luz y se proyectó el audiovisual que se estrenó con motivo de la presentación del libro del 30 aniversario. Aquello, aún habiéndolo visto ya, llegó al corazón de muchos De los que han vivido esta historia desde el comienzo y de los que sólo llevan unos años. En definitiva de todos los que sentimos la cuadrilla como parte de nuestras vidas. Se vieron lágrimas en tíos de casi 50 años, el corazón se aceleró y la adrenalina subió de forma espontánea. Era el día. Ese audiovisual encierra gran parte de nuestras biografías, de nuestros recuerdos, de nuestras vivencia. De ahí que, en un momento donde los sentimientos están a flor de piel, esta fuera la puntilla que a algunos les hizo brotar las lágrimas.

Este Viernes Santo fue muy especial, era el cumpleaños de la cuadrilla. Por eso hasta el tiempo se hizo costalero… y greñúo.