LA HERMANDAD ESTÁ VIVA

Quedan poco más de 70 horas para saber quien dirigirá los destinos de la Hermandad los próximos 4 años. Estamos viviendo, quizás la "campaña electoral" más intensa de la historia de la Hermandad, gracias principalmente a las nuevas tecnologías que permiten un contacto minuto a minuto con la opinión de los hermanos y con el proyecto de los candidatos. Podíamos interpretar con mucha certeza que esta actividad beneficia a la hermandad. Pero todos somos conscientes que estamos jugando con fuego. Que andamos por el filo de la navaja y que si no sabemos interpretar esta situación nos puede llevar a un desencuentro.
Ha habido alguna salida de pata de banco, in crescendo conforme avanzaban los días, pero sin la más mínima importancia. Ahora sería importante apelar a la sensatez y a la moderación. No se trata más que de unas elecciones a Hermano Mayor, y si realmente lo que importa es la Hermandad, se puede seguir trabajando por ella desde otras posiciones que no son las de gobierno.
Es normal que la gente se decida por una de las dos candidaturas, ello no implica que tenga que haber ni vendetta ni nigún otro tipo de reacción al respecto. En estas elecciones no se dirimen asuntos personales y el que pretenda llevarlos a ese terreno tiene que ser ninguneado por el resto. Se evalúa la aptitud de dos personas para llevar a cabo un programa de gobierno que ambos ha elaborado con ayuda de sus respectivos equipos y que tambíen intenta recabar la aceptación de todos los hermanos.
Lo demás son protagonismos baratos e indeseables que no tienen cabida en una hermandad. Quedémonos con lo positivo, esta hermandad está viva y genera interés y expectación.