La relación entre el mundo del toro y el de la trabajadera es muy evidente en todos los lugares de nuestra Andalucía, y se manifiesta de igual modo en Granada, donde muchos hombres del ambito taurino pertenecen a nuestras cuadrillas de costaleros. En nuestra cuadrilla hay ejemplos al respecto. Aprovechando esta relación os dejo una anécdota simpática que ocurrió en Sevilla en el siglo pasado:
"Juan Belmonte
García, El Pasmo de Triana, que por las paradojas barrocas de Sevilla
nació en la calle Feria (1892-1962). En el juego barroco de contrarios
de Sevilla y de su Semana Santa, Juan fue mucho de la cofradía del
Cachorro, frente a su oponente y rival, José (José Gómez Ortega
Gallito), que era mucho de la Macarena. Juan Belmonte salía todos los
años como maniguetero del palio de la Virgen del Patrocinio de su
cofradía. Según una bella tradición trianera, llevaba dentro de su
cartera la papeleta de sitio para salir aquel año en su cofradía cuando
se pegó un tiro en su finca utrerana de Gómez Cardeña el 8 de abril de
1962, muy poco antes del día en que habría de cumplir sus setenta años y
en que habría de salir, como todos los Viernes Santos, su cofradía del
Cachorro.
Chaves
Nogales, en la biografía del Pasmo de Triana, cuenta una divertida
anécdota cofradiera de Juan. En uno de sus primeros grandes triunfos en
la plaza de Sevilla, sus partidarios trianeros acudieron a la iglesia de
Señá Santana, a pedir al párroco el paso de una procesión de gloria
para llevar en él en triunfo a Juan hasta Triana. El párroco los echó
con cajas destempladas de la casa rectoral: "Blasfemos, descreídos,
profanadores de las cosas sagradas..", les decía, arrojándolos del
templo como Cristo a los mercaderes en el relieve de la Puerta del
Perdón. Y les añadía, rezongando: "Cuidado que pedir un paso para sacar a
un torero, por mucho Juan Belmonte que sea, eso es una herejía..." Y
cuando ya se iban por aquellas puertas, sacó la petaca, empezó a liar un
cigarro y el buen párroco que no había nacido en Triana ni profesaba la
fe del belmontismo, soltó para que no pudieran escucharlo: "Hombre, si
el paso fuera por lo menos para Joselito el Gallo..."
Extraído de:
"Diccionario Secreto de la Semana Santa" - El Mundo de Andalucía. Unidad Editorial. Sevilla (1999).
Antonio Burgos
"Diccionario Secreto de la Semana Santa" - El Mundo de Andalucía. Unidad Editorial. Sevilla (1999).
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