ERAN OTROS TIEMPOS

Lo hablábamos el Viernes Santo, que coincidimos en los relevos, Carrasco, Agus y yo: los tiempos son muy distintos, antes había mayor capacidad de sufrimiento. Es cierto. Antes los costaleros no se quejaban tanto como ahora y éramos menos. Buenos está que los pasos no pesaban como ahora, en algunos casos, en otros pesaban lo mismo o más que ahora. Pero antes no había dos cuadrillas por paso y la gente no se quejaba, y los pasos se hundían como ahora pero la gente no protestaba y no despotricaba contra el capataz, ni contra el que había hecho el paso. Se tiraba para arriba como se podía y había un compañerismo fuera de dudas. En aquellos tiempos me atrevo a decir que hasta las calles eran peores que ahora, valga como ejemplo el Campo y la C/ Pavaneras o la C/ San Matías  Hoy en día aún sabiendo más que antes, estando los costaleros más preparados y siendo los tiempos más propicios que antes, como una cuadrilla no sea numerosa, la gente se piensa el salir en ella. Hay a quien ya le está pesando el paso con los zancos en el suelo. Quizás se quiera abarcar mucho apretando muy poco y esos barros traen estos lodos.
Como muestra el cuadrante de 1991 de los pasos de la Hermandad, contad los costaleros que salían antes y contad los que salen ahora y con seis palos cada paso. Y no creo que el palio pese mucho más que antes. El Cristo es harina de otro costal. Pero por poco que pesara íbamos la mitad, casi.

(Documentos cedidos por Eduardo Carvajal)