HASTA PRONTO

Que todos tenemos fecha de caducidad costalera, es algo que uno no se plantea hasta llegar a cierta edad. Y aunque es cierto que en esta ciudad hay quienes se la plantean demasiado jóvenes, en nuestra cuadrilla siempre se han agotado al máximo esos días de gloria bajo las trabajaderas. De gloria efímera y muy íntima. Son muchos los que se han retirado bastante pasados los 40. Porque sabemos todos que, en perfectas condiciones físicas, un costalero con cuarenta y pico es una garantía debajo del paso. Por fuerza y por experiencia.
Hace unas semanas, comunicaba su retirada otro de los de siempre en la cuadrilla. Ya había rebasado los cuarenta en varios años, y eran casi 30 los que había invertido en sensaciones debajo del paso, obteniendo los réditos necesarios para haber dedicado 4 a la labor de Secretario de la Hermandad. Amable, sencillo, humilde, amigo de sus amigos y siempre callado. Qué difícil resulta encontrar un costalero que se tire debajo de un paso casi 30 años y siempre esté callado. Que nunca proteste ni ponga mala cara. Claro, que si él llevaba al Señor de los Favores encima ¿qué mala cara iba a poner?
Te vas con la misma discreción que te ha adornado en tus años de costalero. Te vas con la prudencia del que no busca reconocimientos, porque no hay más reconocimiento que haber sido Su costalero. Te vas con tu ropa gastada del trabajo y oliendo a noches de ensayo y Viernes Santo de Favores. Te vas con las arrugas del costalero hecho y curtido en cientos de batallas casi siempre ganadas. Te vas y en la cuarta del Señor alguien ocupará tu hueco pero no tu sitio. Te vas y desde debajo de la parihuela te digo un HASTA PRONTO JESÚS PORCEL