DEJARNOS QUE DISFRUTEMOS LO POQUITO QUE NOS QUEDA.

Hoy buscando un jersey en el armario, me he topado de lleno con la caja en la que inverna mi ropa. No he podido evitarlo, la he abierto. Como me ocurre siempre que la abro desde hace unos años, me lo pienso y me lo repienso, “Debo seguir con esto”.


La verdad es que tengo muchas ganas de volver a vestirme con el traje de nazareno de la hermandad. Pero también me veo aun con facultades suficientes para resistir debajo, sin que me resienta en demasía. También he de decir a mi favor, que procuro prepararme un poquito para esta situación, una cerveza aquí, otra allí, ¡eh! sin abusar. Pero los años no pasan en balde, y ya comienzan las botanas ha desarrollar su trabajo.

Hay gente de la cuadrilla que no se por que, va deseando que todo lo rancio que tenemos debajo vayan renegando de ese espacio bendito que ocupa. No se si por motivos de tener mas protagonismo, o porque verdaderamente nos quieren y desean lo mejor para todos.

Yo desde este post os digo, que muchos peinamos algunas canas, y estas, te hacen algunas veces ser considerado, prudente y un poquito de sabio. Dejarnos que disfrutemos lo poquito que nos queda y rezar porque las generaciones venideras sean por lo menos la mitad de generosos, obedientes y sacrificados debajo de un paso, como han sido algunos de los que han dejado su esfuerzo por esta cuadrilla.

Bas.