Queridos Reyes Magos:
Como siempre cuando llegan estas fechas os mando una carta en la que os traslado mis deseos, por si veis bien traérmelos mañana, cuando paséis sin que os vea nadie por el Realejo. Acabamos de cumplir 30 años pero muchas veces parece como si no hubiéramos llegado a los cinco. Por eso nos hace más ilusión que nunca que llegue el día de mañana. Son las cosas de la gente de los Favores.
Ante todo no olvidarse de la salud, es esa petición que cada año hacemos y nunca nos cansamos de ella. En algunos hogares también falta el trabajo y como está comprobado que aquí no lo arregla nadie, a ver si lo arregláis vosotros que sois magos, porque falta nos hace.
Para la Hermandad os pido más gente que se comprometa en el proyecto de hacerla todo lo grande que nuestra capacidad pueda conseguir. También que triunfe en la misma el talento y la imaginación para conseguir siempre sumar en lugar de restar. Si pudierais convencer a aquellos que recelan de que cuando hemos caminado juntos nos ha ido mejor, pues ganaríamos mucho. Recordadnos diariamente que los grandes logros se consiguen con grandes esfuerzos.
Nos consta que hay mucha gente descontenta, bien con razón, bien sin ella y esos tienen que saber que siguen siendo necesarios, que no olviden lo que un día les ató a la Hermandad y que vuelva a florecer en ellos ese sentimiento que nos ha distinguido siempre de amor incondicional y desinteresado a Nuestros Titulares y a Nuestra Hermandad.
Para la cuadrilla te pedimos que nunca se seque la fuente de la que nos hemos nutrido y ha alimentado nuestra esencia. La fuente de la que han salido tan buenos y comprometidos costaleros y la fuente de la que han emanado esos principios que han forjado los fundamentos de esta escuela. Que esa fuente se renueve y presente sus credenciales de futuro.
En fín queridos Reyes Magos, aquí no acaba la carta, hay mucha gente que va a dejar plasmados sus deseos para esta visita que tanta expectación e ilusión levanta cada año.
Gracias.
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