La navidad costalera podía ser como la navidad de cualquiera de los cristianos si no fuera porque a algunos de nuestra especie la celebran escuchando marchas y dando izquierdos etílicos por las calles a altas horas de la noche, mientras vuelven de una comida de estas que se celebran por estas fechas. Lo de escuchar marchas es una "enfermedad" que no va con el calendario. Es atemporal. Pero esto que tanto nos gusta a nosotros tiene sus cimientos en los sentimientos y en esta fecha los sentimientos afloran de rato en rato.Las cuadrillas quedan y se toman una copita y se felicitan las fiestas. Nosotros desde hace muchos años nos juntamos un grupo nutrido el 22 de diciembre y cortamos la paja para el pesebre del Niño Dios. Y aunque lo que nos reúne es la Navidad lo único que hacemos es hablar de costaleros y cofradías. Ha sido siempre una fecha señalada en el calendario en numeros colorados y todos saben, hasta los que ya no vienen, que ese día a una hora concreta y en un lugar concreto (perdonad que no lo desvele, pero es para evitar visitas imprevistas) nos vemos para ir a cenar, o mejor para ir a hablar de la Hermandad y de la Cuadrilla con el pretexto de una cena.
Años de bonanza y años de crisis como el actual, no importa. Frío y lluvia, tampoco. Que hay fútbol, idem de idem. El día 22 nos vamos y cenamos, es nuestra forma de celebrar la Navidad mientras solucionamos la Hermandad o la Cuadrilla, o nos peleamos si hace falta. Tenemos más espíritu costalero que navideño
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