El pueblo me gusta, pero no mas que mi tierra. Siempre que puedo voy a él, aunque en ello solo me lleve unas horas. En Semana Santa también voy, pero ahora prefiero ver los toros desde la barrera, y si es desde la grada mejor. Antes, los detalles de los pasos o el vocabulario de los costaleros atraían toda mi atención. Ahora Busco otras cosas, me gusta observar los nazarenos, sobre todo aquellos que el color de la cera que llevan cambia parcial o totalmente. Me gusta inventarme, o imaginarme la vida que ahí detrás del anonimato que produce los trajes que llevan. Las manos me ayudan muchísimo, su textura, los anillos que llevan, las cicatrices.
Nuestra Hermandad ha conseguido tener unos pasos dignos de ser contemplados, aunque debo deciros que de mirar a la cara de nuestras imágenes nunca me cansare. El juego de insignias que tenemos, esta en proceso de renovación y de restauración, y como todo en la Hermandad, todo se andará. Este años tenemos uno de los estrenos mas esperado de los últimos años, los trajes de los nazarenos. Esos trajes, que son los moldes de esas vidas anónimas que los llevan en la estación de penitencia. Muchos de los que entramos en este blogg, posiblemente en unos años seamos materia prima de esos moldes, y es posible que cuando hagamos estación de penitencia de esa manera, entre la gente que nos observe, haya alguien que también busque otras cosas, otros detalles. Y también es posible que se encuentre con mis manos, y habrá una frase muy utilizada en el cine, que sirva para esa imaginaria vida que me haya otorgado. “LA REALIDAD SIEMPRE SUPERA LA FICCION”.
Un saludo.
Bas.
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