En la educación de nuestros hijos, casi siempre, ponemos lo mejor de nosotros mismos e intentamos que nuestros hobby´s sean los suyos. Para muchos costaleros, el relevo generacional debajo del paso es una meta a conseguir. Es emocionante, y debe ser algo para quien lo viva inenarrable. En la cuadrilla ya ha ocurrido. Hemos felicitado a los padres y todos nos hemos alegrado de dicho acontecimiento. Sin embargo estamos otros, que nuestros hijos, son hijas. Hijas que las hemos envenenado de las misma forma o parecido, y dicho relevo generacional entre nosotros no existe.
Cada año, suelo camuflarme entre la gente y verla venir hacia San Cecilio con su papeleta de sitio en la mano, y os puedo decir que es algo también inenarrable. Este relevo, que no es relevo, que es convivencia, que es amar a la misma Hermandad, hace sentirme que es parte de mí, y todo esto sin abrazos ni felicitaciones, y por supuesto sin la petición de subida a los altares de nadie.
Un saludo.
Bas.
Que bonito lo cuentas. Enhorabuena
ResponderEliminarBasilio es grande lo que comentas.
ResponderEliminarEn mi caso, tengo dos niños (niño y niña).
A ninguno le he inculcado ninguna hermandad. Les he dejado que ellos elijan. En el caso del niño, me parese que este mundo no le va y no creo que tenga relevo generacional, como tu dices, debajo del paso, pero a mi hija si. Hace cuatro años quiso salir en la Borriquilla y allí continua. Lleva varios años queriendo salir en los Favores, pero por un motivo que no viene al caso no lo ha hecho. Este año si lo va ha hacer donde ella queria, de mantilla. Por lo pronto, tanto el dia que se dió de alta en la Hermandad como el dia de la Función Principal, cuando le impusieron la medalla, la sensación fué sublime. Espero ansioso el Viernes Santo cuando los dos hagamos la Estación de Penitencia juntos en mi Hermandad.
Ya te diré.
Fdo. LOPEZ.