ESA FORMA DE CELEBRAR LA NAVIDAD

Siempre hemos sido muy especiales para hacer nuestras cosas. Y como no, la Navidad ha sido de esas fiestas que hemos celebrado de forma intensa. Al corte de la paja que contábamos ayer, hay que unir esa manera de celebrar la nochebuena desde mediodía. El compás que a nuestros villancicos han sabido darle siempre los hermanos González (Antonio, Miguel y Fernando), ha hecho que en el Campo se viva ese día de una forma distinta que ha atraido a tanta gente. Esas reuniones al mediodía, un año en la Calle Navas, en casa de Pepito el de los Diamantes, otros en Casa del Arti. Pero sobre todo, pienso que todos recordaremos las del Collejo. Eso si que era celebrar la Nochebuena. "A casa del Collejo hemos venido a que nos hecho una copilla y se deje de pollillas..." o algo así, que cantaban Rafa Orihuela y el "Abuelito".
Las botellas de Champagne corrían que eran un placer y todo siempre en perfecta armonía y con ganas de pasarlo bien. En el espacio que ocupaba el Collejo nos metíamos más que en el fondo Norte de Los Cármenes, y éramos tan ordenados que no hacíamos colas para ir al servicio. Allí transcurrían las horas entre villancicos y alguna que otra tertulia costalera. Luego no faltaban esa visita a Las Flores, donde continuaba la fiesta y el remate en Casa del Cabezón. Eran y son Navidades muy especiales, pues si bien hoy faltan algunos de los ambientes de aquellos años, no faltan las ganas de reunirnos y cantar unos villancicos mientras esperamos al Niño Dios.
Desde el año pasado nos juntamos en La Saeta del amigo Antonio González, con un ambiente extraordinario, así que si queréis repetir, o vivirla por primera vez, nos vemos al medio día en el Campo.